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Desde que tenía 10 años, la fotografía se convirtió en una parte esencial de mi vida. Crecer en Cuba, en un entorno donde la tecnología era escasa, me enseñó a encontrar belleza y creatividad incluso con recursos limitados. Con una pequeña cámara de 8 megapíxeles, tomé mis primeras fotos de quinceañeras, improvisando fondos con telas y jugando con luces caseras. Ese fue el inicio de un viaje lleno de aprendizajes, retos y momentos inolvidables que han marcado mi carrera.

Hoy, con 34 años y más de 10 años de experiencia en el mundo de la fotografía, miro hacia atrás y agradezco cada paso que me ha llevado hasta aquí. Desde aquellos días recorriendo mi pueblo en bicicleta, llevando mi cámara y una sábana blanca en la mochila, hasta trabajar en los estudios más reconocidos de mi provincia, siempre tuve un objetivo claro: capturar recuerdos que superen las expectativas de quienes confían en mí.

La fotografía de quinceañeras y bodas se ha convertido en mi especialidad, pero mi trayectoria abarca mucho más. A lo largo de los años, he perfeccionado mis habilidades en fotografía artística, de recién nacidos y de moda, siempre buscando nuevos desafíos que me impulsen a ser mejor. Aprender sobre iluminación, composición y edición en Photoshop no solo mejoró mi técnica, sino que me permitió destacar con montajes y diseños que cuentan historias únicas.

En 2019, tras más de una década perfeccionando mi arte, abrí mi propio estudio junto a mi esposa. Allí, cada cliente no solo recibía fotos, sino una experiencia completa que se convertía en amistad. Mi dedicación y el compromiso por dar siempre más del 100% llevaron nuestro estudio a convertirse en uno de los más reconocidos de la provincia, compitiendo con gigantes de la industria.

La vida nos trajo a Nueva Jersey en 2022, enfrentando un nuevo comienzo con la misma pasión de siempre. En 2024, después de mucho esfuerzo, nació Be Art, un espacio donde continúo haciendo lo que amo: capturar los momentos más importantes en la vida de las personas. Con más de 20 años en esta profesión, mi misión sigue siendo la misma: transformar emociones en recuerdos que perduren para siempre.

Mi experiencia no solo se refleja en mi técnica, sino en el trato que ofrezco. Cada sesión es única porque cada cliente es especial. Ver sus sonrisas al recibir su trabajo y escuchar sus palabras de agradecimiento es lo que me impulsa a seguir creando. Ya sea en una boda, una sesión de quinceañera o una fotografía artística, mi compromiso es claro: superar tus expectativas, ofrecerte un trabajo excepcional y convertirnos, por qué no, en amigos.

Gracias por estar aquí, por considerar ser parte de esta historia y por confiar en mí para capturar los momentos que más importan. Estoy emocionado por la posibilidad de trabajar contigo y ser parte de tu historia.